jueves, 6 de diciembre de 2007

Soy lo prohibido

Ellos dicen merciless, nosotros inmisericorde. (merci::less - in::misericorde). Interesante ¿no?

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Un chofer del transporte público en México tiene derecho, en casi todos los casos, a decorar el area que rodea su asiento con cuanta porquería le venga en gana. Expresiones personales que se hacen públicas. En el camión que me subí hoy estaban escritas las frases:
Soy lo prohibido
Hola nenas
Mi Dulce Señor
Pather Nosther (sic).
La última aparece textualmente en unas cinco páginas en Google. Una de ellas te dirige, nada más y nada menos, que a un texto de W. B. Yates. Así que el tarugo podría ser más listo de lo que yo pensé.

El frente interior del camión, aparte de esos letreros, había: un crucifijo grande de plástico imitación madera con rosarios y escapularios colgando, la calcomanía de un perro cachorro, otra del logo de Playboy, las siluetas de dos mujeres desnudas o en bikini, el pájaro carpintero de las caricaturas, la silueta de un Jesús con cayado y aureola, calcomanías de las banderas de México, Estados Unidos y Canadá.

En la parte más alta se leían los nombres Tenoch y Dafne.